Tradicionalmente se habla mucho del maridaje perfecto entre el vino y la comida, pero para mí es más importante elegir el vino en función al momento y las personas con las que voy a disfrutar.
Los amigos pueden ser aficionados al vino en diferentes niveles y tener gustos muy distintos. Mientras los más aficionados se aventuran igual que yo a probar nuevos vinos, cepas y blends, los más tradicionales generalmente escogen un Cabernet Sauvignon, Malbec o Tempranillo con un poco de paso por madera. Y finalmente los que recién empiezan a interesarse por el vino tienen gustos que se inclinan por vinos más ligeros y en algunos casos dulces.
El momento define el contexto e incluye a las personas con las que uno va a disfrutar el vino, y es determinante para seleccionar el tipo de vino a tomar. Todo momento es bueno para descorchar: un aniversario o graduación, una parrillada, un día de playa, ver una película o simplemente acompañando un almuerzo o cena.
El vino nos acompaña en la mayoría de los momentos de nuestra vida adulta en las que disfrutamos y celebramos, y elegir el vino que queremos beber debe ser algo fácil.
Existen reglas básicas de maridaje que se han usado por años: beber vino blanco carnes blancas y vino tinto carnes rojas. Hasta aquí parecía simple, sin embargo, recientemente con el desarrollo de la gastronomía el maridaje deja de lado los colores y se concentra en los sabores y en los elementos predominantes en cada comida. Estas nuevas recomendaciones ayudan a realzar los sabores del vino, pero al mismo tempo hacen la elección del vino un proceso complejo.
Para desmitificar y simplificar la elección de un vino es que algunos usan hoy la frase “el mejor maridaje es con el vino que más me gusta”.
Aprender a seleccionar un vino es un proceso de aprendizaje que va en paralelo con nuestra afición por los vinos, mientras más vinos hayamos probado, conoceremos más aromas y sabores que nos ayuden a elegir.
Cuando llega el momento de compartir no hay mayor satisfacción que la expresión de amigos al probar el vino y escucharlos decir “que rico está el vino” y que disfruten igual o más que nosotros.
“El mejor vino no es necesariamente el más caro, sino el que se comparte.” George Brassens.
Finalmente, si bien el vino elegido es importante, lo que más recordamos de disfrutar un vino con amigos son las experiencias, quienes estuvimos juntos, el momento en que hicimos un brindis, las bromas que nos hicimos, hasta que hora nos quedamos y por supuesto quien rompió alguna botella o copa.
Hasta la próxima descorchadores !!!